
Te vi, caías como el aceite en el agua,
así de distinta,
así de única,
me detuve entre los segundos a mirar el ensueño que nacía sobre la arena,
¿Esperamos?
Los silencios no caían, los minutos dejaron de durar, y saturamos todo en palabras elegantes y olores vacíos.
¿Esperamos?
No había prisa, pero aun así, el acertijo no calzaba con las piezas dejadas en la mesa
le ganamos al tiempo, sabiendo que al final
solo había cenizas sobre los epitafios.
así de soberbios,
así de breves.
Erramos en buscar los trozos,
solo hallamos armonía en el laberinto que divide los espejos, donde
cada eco se perdió alejado de su origen,
no esperamos a que el viento se llevara
las cenizas, aun encendidas
las palabras, amargas traidoras
las piezas, que no encajaban
mire, y el aceite si se iba mezclando,
pero aun sujeto burbujas por las noches,
cuando no son los ojos los que miran la mezcla.
Deleo...