heteronimia, el poder

El poeta bien se sabe, fingidor de olores bien escritos y que
del poder son pocos los que se atreven y muchos los que simulan decir algunas cosas con palabras decoradas que ocultan verdaderas intenciones, ellos son los asquerosos que chorrean hipocresía por la boca.
La verdad, uufff.. palabra en papeles y sanitarios.. pienso a veces que solo en demencia se disfruta y aquel loco que delira al mirar aquella sublime puesta ultima de las cosas, se la guarda egoístamente y se regocija por dentro riéndose de los entupidos autómatas que somos, y claro que tiene razón!, ¿para que seguir pegado a las realidades mundanas, la cotidianeidad asquerosa y la rutina que apolilla tus entrañas? Entre ellos se halla el poder, un poder que hace poco e observado minuciosamente de la puerta numero diez del psiquiatrico Müller.
Se juntan ahí los locos a razonar las diferentes verdades, las escriben, las gritan, las vomitan sobre nosotros. Pero el hombre soberbio de sus razones jamás subversivo de sus reflexiones pierde el reloj y por ende la hora de cuando fue en aquellos tiempos participe de la verdad, si no me creen pregúntele a un niño, el sabrá constestar.
Ya bien explique lo que poseen los locos y como se mofan de aquellas sucias verdades, en donde 2 + 2 es siempre 4… JA!, que hipocresía la nuestra, que manera de abstraerse del mundo que tenemos, creemos saberlo todo, incluso la palabra se ve ensuciada. Para que decir la moral!, la culpa, la compasión, el “pecado” que ficticias palabras hemos inventado. Felicito al creador que aun sigue clavado!
Nos roe un gusano por la conciencia, nos come lo vivo que nos queda, dejando esa ética cosmopolita que por supositorio no han metido. En fin el loco sabe de lo que hablo, ya que con dolor saco al gusano de la ambivalencia y ahora vive libre del tiempo y de las cosas…. Por ahora me contento en este mundo letristico donde aun no llega el supositorio…




Jose Ernesto Marti

martes, 20 de mayo de 2008

Ensueño de una impía realidad




Intentas huir de esa práctica simple y constante.
Ambos sabemos que la muerte
es más bien el punto fijo en aquello que no tocamos,
si no en aquello que idealizamos.

En ese acaecer del silencio
que tanto te molesta y nos molesta
¿Cuándo fue, que la libertad decidió ser presa de mi situación?



La certeza es un abismo de olores plagado
de sospechas. Y de ahí que
nos topamos en ese camino, donde
jamás hubo lugar alguno donde la conciencia descansara

La costumbre acabo por enfriar el calido abrazo
de las mañanas, esa perfecta
sincronía de los eternos sucesos, detuvo al fin la sangre
en el atemporal sentir.



¿Es egoísmo acaso buscarse a uno mismo?



Nadas libre en la inconsciencia, caminando sobre el tiempo,
Subiendo por el viento envuelto en la nada
y respirando todo



La soledad es inútil reflexión de la identidad aparentada
Dejando al vació como el entorno putrefacto del tiempo,
efímero parpadear, libre del arrepentimiento.

Nunca la voz saboreo tanto como cuando
Calló virgen en la mente.



Nunca un olor
Caminó tanto, como cuando falleció en los sentidos

¿Qué es la culpa?

Dicen que de una lágrima floreció la culpa y muchas otras palabras,
pero fue la culpa la única cómplice del tiempo y
de los recuerdos.
El jardín murió del pasado, condenado caminar siempre
en el árido presente .

y es cierto que la repetición me esta clavando
los pasos en la arena, y cada letargo trae esa oscuridad sincera
que el miedo alumbra en nuestro fingir…





Deleo, Felipe, Jose

1 comentario:

vary dijo...

Quizas la certeza pueda liberarse de sospechas cuando cada arista se convierta en puertas.