heteronimia, el poder

El poeta bien se sabe, fingidor de olores bien escritos y que
del poder son pocos los que se atreven y muchos los que simulan decir algunas cosas con palabras decoradas que ocultan verdaderas intenciones, ellos son los asquerosos que chorrean hipocresía por la boca.
La verdad, uufff.. palabra en papeles y sanitarios.. pienso a veces que solo en demencia se disfruta y aquel loco que delira al mirar aquella sublime puesta ultima de las cosas, se la guarda egoístamente y se regocija por dentro riéndose de los entupidos autómatas que somos, y claro que tiene razón!, ¿para que seguir pegado a las realidades mundanas, la cotidianeidad asquerosa y la rutina que apolilla tus entrañas? Entre ellos se halla el poder, un poder que hace poco e observado minuciosamente de la puerta numero diez del psiquiatrico Müller.
Se juntan ahí los locos a razonar las diferentes verdades, las escriben, las gritan, las vomitan sobre nosotros. Pero el hombre soberbio de sus razones jamás subversivo de sus reflexiones pierde el reloj y por ende la hora de cuando fue en aquellos tiempos participe de la verdad, si no me creen pregúntele a un niño, el sabrá constestar.
Ya bien explique lo que poseen los locos y como se mofan de aquellas sucias verdades, en donde 2 + 2 es siempre 4… JA!, que hipocresía la nuestra, que manera de abstraerse del mundo que tenemos, creemos saberlo todo, incluso la palabra se ve ensuciada. Para que decir la moral!, la culpa, la compasión, el “pecado” que ficticias palabras hemos inventado. Felicito al creador que aun sigue clavado!
Nos roe un gusano por la conciencia, nos come lo vivo que nos queda, dejando esa ética cosmopolita que por supositorio no han metido. En fin el loco sabe de lo que hablo, ya que con dolor saco al gusano de la ambivalencia y ahora vive libre del tiempo y de las cosas…. Por ahora me contento en este mundo letristico donde aun no llega el supositorio…




Jose Ernesto Marti

domingo, 25 de mayo de 2008

de como conoci a Jose Ernesto

Iba por la calle caminando, todo parecía normal y acorde a mi automatismo de ruta que suelo tomar. Era de noche como todos los días y siempre estaba ese olor escrupuloso de humedad que me acompañaba, sin olvidar la oscuridad que caía en el infinito de las calles. Pero ese día algo andaba raro, uno es capaz de sentir rápidamente cuando algo no va acorde a esa repetición infinita que lleva la sucia vida. No se si era el frió, o algún efecto de alcohol evaporándose en los poros, ciertamente iba bailando un poco en la calle, pero nada que me delatara de manera tajante, soy un buen fingidor y creo que todo buen bebedor debe serlo. Lo cierto es que tropecé con este tipo, de apariencia promedio y mortal como cualquiera de nosotros, a esas horas de la noche y un poco mareado hay que preocuparse de preguntar si es mortal o no, ya que uno nunca sabe.

-¡cuidado con eso! Haz pisado una palabra (apuntando mis pies)

-¿una que? (sorprendido), ¿estas bien?

-(enojado) llevo tres horas recogiendo palabras, y aquí llegas tu a espantarlas. Ya es arto difícil buscarlas con los ruidos de la noche para que alguien las pise, ¿te gustaría que pisara tus trabajos?

-(confundido) ¿aaaa? , lo siento no me fije, no veo bien de noche ¿sabes?, de noche veo menos que el promedio de la gente, los doctores decían que sufría traumatismo ocular nocturno, y a veces inventaba lugares o cosas. ¿Cómo es eso de las palabras? Mira que pensé que había matado algo.

- trabajo recolectando palabras por las noches, todas esas que quedan tiradas por la suciedad de la gente o las que simplemente huyen de algunas personas. Después me las llevo pa la casa y ahí las reciclo y las devuelvo

- (ahora si confundido) {¿habré bebido mucho?} mira, no se si estoy teniendo mi mayor traumatismo ocular nocturno, pero no entendí un carajo lo que me dijiste, ¿reciclas palabras?

-si, ¿ves esta bolsa? Esta llena de palabras censuradas por la sociedad, yo me encargo de que vuelvan para que hagan su pega.

- ¿no se supone que los diccionarios hagan eso?

- (indignado) ¡los diccionarios! que manual mas fascista (se queda callado un momento), creo que no hay mejor papel confort que ese, deberías probar la edición española del 90, es extra suave.

-(se queda callado un momento){debo estar muy borracho, o me inyecte alguna wea} la verdad nunca me había planteado lo de los diccionarios, y ahora que lo pienso, puede que tengas razón, nunca me gusto que me dijeran como hablar o que me apuntaran con un arma.

- (impaciente lo mira) ¿te quedaras ahí parado?

- no lo creo necesito mear

- entonces vete luego, por que aun esta mi palabra bajo tus zapatos…

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